

La educación es la fuente más importante para el
desarrollo de las personas, desde los inicios de la vida humana, los niños
están conjugados hacia la educación por medio de sus padres y luego en la
escuela, de la mano de los maestros, van consolidando diversas capacidades que
les va a permitir ir creciendo como personas en un contexto adecuado. Pero no solo
es tarea de la escuela, sino un trabajo compartido con los padres, quienes
tienen la titánica tarea de educar a las futuras generaciones desde casa, pero
¿qué sucede cuando se traslada toda la responsabilidad al profesor? Pues
simplemente hay un lavado de manos de parte de quienes tienen la misión y
responsabilidad de educar a la prole, pero no podemos hablar de educación
cuando se utiliza medios coercitivos para que los niños obedezcan y es que la
obediencia es cuestión de ejemplo, pero que viene de casa y no del colegio.
La escuela, lo que haces es reforzar lo que en casa se
ha empezado, pero otro factor importante a la hora de educar es nuestra
relación con móvil, esto dependerá de que tan seguido se les proporciona a los
menores el acceso a la tecnología y es que la tecnología es buena como
herramienta, pero si le dejamos a ella nuestra libertad y la capacidad de
decisión, entonces estaremos fallando como padres, maestros y como sociedad.
Nuestros niños necesitan disciplina, pero eso debe ser un reflejo de lo
disciplinado que somos los adultos frente al móvil o a la tecnología, muy a
pesar de que la sociedad actual nos exige que estemos pegados a las redes o a
los medios de información de manera constante y hasta desordenada. Pero, si
esto sucede en el caso de los adultos, ahora bien, imagínate lo que puede pasar
con los menores.
Aparentemente, es inofensivo, pero neuronalmente es
muy perjudicial porque le estaríamos negando la posibilidad de pensar
críticamente, así como anular su creatividad en todas sus formas. Los niños
necesitan aburrirse para ser más creativos, pero también necesitan salir de
casa, ir al parque, jugar, correr y socializar con otros niños. Los niños
aprenden a ser niños en el juego, cuando establecen reglas de grupo e incluso
las sanciones entre ellos. Los niños no son pequeños adultos ni mucho menos se
les puede pretender tratar como tal, sino como niños, quienes están en
crecimiento y adquiriendo capacidades que les van a servir para toda su vida,
si se les mutila emocional o creativamente, entonces estaremos frente a
personas frías, lejos de la calidez humana.
Vladimir Sosa
Sánchez
Los niños no son pequeños
adultos
Como citar este
artículo: SOSA SANCHEZ, VLADIMIR. (2025). Los niños no son
pequeños adultos. Numinis Revista de Filosofía, Época I, Año 3, (CD01). ISSN ed.
electrónica: 2952-4105. https://www.numinisrevista.com/2025/2/los-niños-no-son-pequeños-adultos.html




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