Hacia una posmodernidad
tecnológica
Sociedad de la información
Quizá la sociedad de hoy no está completamente preparada para afrontar la avalancha tecnológica a la cual está expuesta. Desde hace varios años vivimos en la sociedad de la información, pero no todo lo que se propaga es verdad, sino que se alza el relativismo como la nueva forma de verdad frente a las opiniones que se nos ofrecen. En la sociedad de la información todo lo aparentemente gratis tiene un costo; lo pagamos con nuestros datos, los cuales están expuestos a través del internet. No solo eso, sino que también comercializan con los mismos; de ahí que, aunque no queramos, estamos siendo bombardeados por suscripciones o mensajes que nos llegan al móvil, correo o red social. Pero para que lleguemos hasta ese punto, nos condicionan el servicio de alguna plataforma supuestamente gratuita a que ingresemos nuestros datos.
Internet rompe y no se detiene. No
hay un día en que no se anuncie una nueva revolución gracias a la red,
en que los suplementos multimedia de los periódicos de todo el mundo no hagan
apología de las nuevas tecnologías o en que las elites no apoyen algo sobre la
creatividad cultural, la diversidad del saber y la universidad virtual. (Wolton,
2000, p. 17)
Esta condición no solo se da en
el bombardeo masivo de información, sino que también estamos constantemente
vigilados. Evidencia de ello es que podemos observar cómo tranquilamente muchas
personas les brindan sus accesos ilimitados a las plataformas de correo, fotos
o mapas, y que estás últimas nos guíen a través de diversos lugares que tenemos
en nuestro entorno o nos recuerde algún suceso. Es una forma de vigilancia
pasiva, donde nos observan dónde estamos o nos muestran una gama de lugares a
donde ir. De alguna manera nuestra libertad está condicionada a los algoritmos de
las redes de información, pero también está limitada a tener un perfil de
internet; que, si no lo tienes, no existes. Pero, esa no existencia siempre
está condicionada, sea por el trabajo o los estudios.
Nuevas formas de educación
Por otro lado, la educación es un
arma elemental para todo tipo de gobierno. Sin embargo, la pandemia también ha
transformado la forma de educación, lo que antes era un privilegio de algunos (educación
a distancia), hoy se ha convertido en una forma de acceso abierto para todos (o
algunos). En sentido, tanto las plataformas de streaming gratuitas como las de
pago, necesitan de nuestra información para poder funcionar o brindarnos el
servicio, que no es del todo gratis. Lo importante es acceder a la educación, aunque
de alguna manera ese término maquiavélico de que el fin justifica los medios se
aplica con mayor amplitud hoy en día.
Las diferencias que se remarcan,
las brechas que se profundizan entre aquellos que pueden acceder en las condiciones
adecuadas a la dinámica de la virtualidad y aquellos que no pueden hacerlo, ya
sea por problemas de conectividad como por posibilidades de organizar el trabajo
escolar en los tiempos y espacios físicos de su hogar, pero, sobre todo… la
esfera virtual en términos educativos funciona adecuadamente sobre ciertas
bases que el alumno debe tener incorporadas (y que la virtualidad no subsana
per se). (Romero, 2021, pp. 76-77)
De ahí que, los peligros tecnológicos
a los cuales también están expuestos nuestros estudiantes desde muy temprana
edad, se torne un grave problema a futuro, pero que ya se está evidenciando en
varios lugares del mundo. La hiperconexión digital va haciendo lo suyo en torno
a la frágil mente de nuestros niños, jóvenes, así como también a los adultos,
pero son los más pequeños los que llevan la peor parte. En medio del desarrollo
de su conciencia, esta se ve interrumpida por las pantallas e invadida por
todos los medios tecnológicos. Es necesario que los adultos tomemos conciencia
sobre estos peligros y tengamos una respuesta adecuada a esta dificultad.
Vladimir Sosa Sánchez
Hacia una posmodernidad tecnológica
Bibliografía
Romero, P. (2021). Sobre el
sentido de educar. Penguin Random House.
Wolton, D. (2000). Sobrevivir a
internet. Conversaciones con Oliver Jay. Gedisa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario