Hay una entrañable relación entre la poesía y la filosofía, dado que ambas aportan una vivaz forma de humanismo frente a la manipulación a la que todos estamos sometidos de algún modo a través de las redes de información. Por un lado, la poesía aporta esa relación de sensibilidad, musicalidad e intimidad que se manifiesta a través de la palabra escrita y ayuda a que las personas se sensibilicen a pesar de la presión por hacer las cosas de forma inmediata.
En cambio, la filosofía aporta en
el desarrollo de la racionalidad, el pensamiento crítico, entre otros aspectos
relacionados a la rigurosidad intelectual. En la combinación de ambas podemos
encontrar que la filosofía puede reflexionar en torno a la belleza que se
muestra a través de la poesía. Y que la poesía expresa la belleza que se
enmarca desde un pensamiento filosófico.
En el libro Sobre la educación,
de Emilio Lledó (2018), el filósofo expresa la importancia de volver a los
clásicos como Homero, Platón, entre otros, con la finalidad de que las nuevas
generaciones se dejen envolver por la magia poética que estos autores han
mostrado a lo largo de los siglos, y se trabaje una formación intelectual desde
la lectura de los clásicos, dado que estos aportan una serie de valores que en
la actualidad se han ido perdiendo, tales como la caballerosidad, la
honestidad, la valentía, etc.
Todo por la vida acelerada que
tenemos, producto de un capitalismo consumista, que solo busca que estemos
consumiendo de forma compulsiva. Las redes sociales mal usadas se convierten
así en una fuente de distracción constante, que no permite a las personas
realizar tareas como pensar, reflexionar y cuestionarse.
En ese sentido, también es
necesario realizar una revisión literaria, esa que conjuga la metáfora de la
poesía, y que nuestras clases se conviertan en lugares de construcción poética,
donde a nuestros estudiantes no solo se les enseñe a leer poesía, sino a
elaborarla, desde lo más sencillo hasta esa forma de versificar de forma libre.
Porque la poesía también es una forma de liberación, donde la persona puede
desplegar su más cálida inspiración a través de la construcción de metáforas.
Ahora bien, María Zambrano (2016)
en su libro Filosofía y poesía, nos muestra esa relación íntima que hay
entre ambas. Pues no puede haber poesía sin pensamiento, ética o metafísica;
siempre están unidas entre sí, porque la belleza que despliega la poesía se
complementa con la filosofía; dado que el hombre no está alejado de la palabra
o del lenguaje, sino que es a través de ella donde muestra su ser, su
naturaleza más íntima; así como en cualquier tratado filosófico también podemos
observar esa forma prosaica de la construcción del lenguaje, que no es otra
cosa que la demostración poética de la filosofía.
Entre poesía y filosofía hay una tensión
amorosa no resuelta, pero que se enriquece con el pasar del tiempo, dado que ambas
se van complementando mutuamente, no solo a través del lenguaje, sino a través de
las múltiples formas de manifestación intelectual.
Vladimir Sosa
Sánchez
Entre poesía y filosofía
Como citar este
artículo: SOSA SANCHEZ, VLADIMIR JUNIOR. (2024). Entre poesía y filosofía. Numinis Revista de
Filosofía, Época I, Año 3, (CD03). ISSN ed. electrónica: 2952-4105. https://www.numinisrevista.com/2024/07/entre-poesia-y-filosofia.html
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