Algo más de dos semanas
Acabando el año que empezó con alegrías,
aunque aún queden poco más de dos semanas
para que este mes de diciembre se agote
y al mes de enero le ceda el protagonismo
de la criatura esperada y recién nacida,
hacemos cómputo y balance de lo vivido,
de aquello que hace casi un año deseamos y escribimos
en una lista quizás más larga de lo debido
o no tan corta como lo que al final devino,
porque eran muchas las ganas de cambio,
y de ser aquello que nunca fuimos,
de tener aquello que no tuvimos
y que hoy nos deja un poco un sabor agrio.
Salud, dinero y amor,
cada cual les pone un orden o a su antojo los prima:
quien no tiene salud, la desea,
quien no tiene dinero, lo anhela,
y quien amor añora, lo espera.
Deseo, anhelo y espera,
tres palabras que nunca son presentes
y cuyo futuro buscamos siempre
para traérnoslo más cerca, al lado,
sin ver que con aquello que tenemos
vamos ya quizás sobrados a poco
que juzguemos las obras y omisiones
que nos trajeron adonde hoy estamos.
Así que yo me contento
si alguna vez acerté con un texto,
con unas pocas palabras
que de algún modo llegaran
a ese lugar donde todos sentimos
eso que nombrar nos cuesta,
bien corazón o bien alma,
donde emocionantes brotan
la verdad y la belleza.
Disculpadme si yerro en la métrica:
sigo aprendiendo de humanas medidas.
Tal vez, quizás, algún día
como del cielo me caiga
el don de la poesía.
Poco más de quince días,
ni es mucho ni es poco,
para darnos cuenta del privilegio
que es vivir y poder ver con los ojos,
con los oídos oír y sentirnos
piel con piel, voz a voz, luces reflejas
de una misma y misteriosa existencia
que en el amor se sublima callada
para gozar de un instante de vida
un tanto indigente y desordenada.
Y todo eso y nada
sin saber jamás la ciencia precisa
que nos prediga el momento final
en que el tiempo se nos transforme en niebla,
cuando ya ni luz ni voz ni piel
en el azogue de la vida se destilen.
Volverán los propósitos de antaño
a incumplirse en frustraciones de hogaño
y otra vez el error repetiremos
escribiendo una vez más
esa lista de buenas intenciones
que redima el presente del pasado
y nos preñe el futuro de ilusiones.
Una vida plena y cumplida,
el tiempo incierto está contado:
nunca te quita, te da siempre.
Ahí lo tienes,
un regalo,
luz luminosa, voz serena y piel vibrante
aun si para que este año se acabe
y diciembre se agote
queden sólo algo más de dos semanas.
Michael Thallium
Algo más de dos semanas
Cómo citar este artículo: THALLIUM, MICHAEL. (2023). Algo más de dos semanas. Numinis Revista de Filosofía, Época I, Año 2, (CV39). ISSN ed. electrónica: 2952-4105. https://www.numinisrevista.com/2023/12/algo-mas-de-dos-semanas.html
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