Rachel Flowers
«No tengo palabras, sino emociones. Hoy, enredando por la Red, descubrí la historia de Rachel Flowers (si lo españolizamos, el nombre sería ‘Raquel Flores’)». Estas son las palabras que anoté el martes 14 de septiembre de 2010. De eso ya han pasado más de trece años. Por aquel entonces andaba muy enredado indagando en asuntos del cerebro. Leía mucha literatura sobre neurociencia. Acababa de terminar de leer Musicofilia, el estupendo libro de Oliver Sacks donde aborda las enfermedades mentales relacionadas con la música. Me fascinó el mundo de los savant, esas personas que normalmente tienen algún tipo de discapacidad mental profunda, pero que destacan extraordinariamente en alguna habilidad sobre el resto de seres humanos. Casos muy conocidos de personas con este síndrome del sabio son el estadounidense Kim Peek y su prodigiosa memoria y extraordinaria habilidad para el cálculo matemático, el británico Stephen Wiltshire y su asombrosa capacidad para dibujar ciudades y paisajes con memoria fotográfica, Gloria Lenhoff y su alucinante capacidad para el canto, Daniel Tammet y su extraordinaria capacidad para el cálculo matemático y el aprendizaje de lenguas… La lista es larga.
Fue indagando en uno de esos casos, el del pianista Rex Lewis-Clack, como terminé dando con Rachel Flowers. Por aquel entonces, Rachel era una adolescente como otras muchas adolescentes salvo por una peculiaridad: era ciega y tenía un inmenso talento musical, tanto para componer como para interpretar. Tocaba varios instrumentos y todos ellos con un grado de virtuosismo asombroso: piano, flauta, bajo, guitarra, batería, saxo… Parecía no tener límites. Tocaba la flauta travesera y el piano a la vez (Ambidextranata), sí, así tal cual y sin aparente esfuerzo.
Terminamos conociéndonos en persona y pasé las navidades de 2012 en Oxnard, California, con ella, su madre, Jeanie Flowers, y su hermano Vaughan. Allí pude comprobar su extraordinaria capacidad musical y calidad humana. Rachel Flowers vive por, a través y para la música. Conoce todos los estilos musicales, desde la música clásica, pasando por el folclore, el pop, el rock, el hip hop, el funk, el jazz… Es en este último género donde parece que Rachel Flowers se siente como pez en el agua, porque le permite desarrollar su increíble habilidad para improvisar.
Los años han ido pasando y la carrera musical de Rachel ha ido creciendo. La talentosa adolescente que conocí se ha convertido en una mujer multi-instrumentista, cantante y compositora con una inagotable capacidad de trabajo y una carrera sólida. En 2017, incluso llegó a estrenarse un documental sobre su vida: Hearing is Believing, del productor Lorenzo DeStefano. De todos los músicos que conozco, y conozco muchos, Rachel Flowers es la única que disfruta, se divierte y goza genuinamente con la música. Quien tenga la oportunidad de verla tocar o conversar con ella, lo notará al instante.
En cuanto a su música, la propia de su cosecha, la compuesta por ella y en muchos casos interpretada exclusivamente por ella misma dada su envidiable «multi-intrumentalidad», Rachel tiene ya tres álbumes: Listen, Going Somewhere y Bigger on the inside. Dentro de poco se publicará su cuarto álbum, In the Moment, que consta de dieciséis improvisaciones grabadas «en el momento» en los estudios Noise Nest de Los Angeles, California. Las grabaciones se hicieron en tres diferentes sesiones entre 2022 y 2023, en vivo. Quienes conocemos a Rachel Flowers sabemos que cuando se sienta a un piano o a un teclado que es nuevo para ella, la inspiración se le dispara como un cohete. Estas canciones están grabadas de principio a fin sin retoques, así que si hay notas falsas, como Rachel suele decir: «¡Eso es la música en vivo! Hay perfección en la imperfección».
Rachel Flowers transpira música por la piel. Rachel Flowers es música.
Michael Thallium
Rachel Flowers
Cómo citar esta reseña: THALLIUM, MICHAEL. (2023). Rachel Flowers. Numinis Revista de Filosofía, Época I, Año 2, (RM35). ISSN ed. electrónica: 2952-4105. https://www.numinisrevista.com/2023/11/rachel-flowers.html
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