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Poemario Digital IV

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POEMARIO DIGITAL IV

Alan Gallardo Cuevas- Ayoze González Padilla

Borja Delgado Fernández




VERSOS A UNA CABEZA

Alan Gallardo Cuevas


En el cuadro, David observa una cabeza.

Es su enemigo degollado,

el torvo y grotesco Goliath.

David lo sostiene de sus cabellos, y la sangre se derrama sobre el claroscuro.

Los ojos del vivo rebosan por los ojos del muerto, y su goteo nos embriaga de vino.

¿Quién es esta cabeza para ti, asesino de asesinos? Tu antítesis, ¿O tu mejor retrato?

Una bestia salvaje es el hombre, un coloso desaforado. Tu amigo más valioso has desnucado,

guillotinado tras la contusión fatal en su frente. A tu mejor enemigo le debes tu porvenir.

 

LA CULPA

Ayoze González Padilla


¿Por qué te culpo?

 

No te culpo por la indiferencia.

No te culpo por la inadvertencia.

No te culpo por no llamarme.

No te culpo por no fijarte en mí.

 

Te culpo por el desprecio.

Te culpo por la burla.

Te culpo por creer que no me doy cuenta.

Te culpo por culparme de todo.

 

¿Por qué te culpo?

Te culpo para no volver a culparte jamás.

 


 MI AMARGURA

Borja Delgado Fernández



Por ti empecé a escribir la vida que quería

entre azucarillos y servilletas

sentado en aquella piedra

ajada y descosida.

 

Descalzo sobre el aroma de nuestros días

si empapé los geranios de tu alcázar 

fue porque al tostar el pan

soñé una vida entera.

 

Y unté las tostadas de tu hambre

con mermelada de albaricoque

y derramé el zumo de naranja

sobre la sed de tus labios.

 

Deslicé mi arteria lingual sobre tu pecho,

mastiqué la pulpa de tu pálpito;

agoté los escombros de tu sueño,

aticé la llama de tus gemidos.

 

Y tú en Mallorca, mi querida Mallorca

y yo en Madrid, a secas,

Nos pensamos que un océano de por medio

era suficiente para contar una historia:

«Te deix amor, la mar com a penyora». 

 

Pero Google Maps nos decía que 543 kilómetros eran muchos kilómetros

mientras tú llorabas y yo lloraba

y viceversa.

Las hojas no fueron las únicas en caer,

 

el engaño empezó a frecuentar tu cepillo de dientes,

tu polidipsia otros cuerpos.

Yo extraños clubs de puristas del café

que condenaban al exilio el azúcar y la leche,

o bien con leche pero en vaso de cristal. 

 

Tú un año sabático con «ànima de corall»

yo exhausto extenuado tras horas infinitas

malgastadas cada tarde en estúpidos dobles grados, 

consolando mi hambre con la nevera entera, 

porque al llegar a casa no podía comerte a ti. 

 

Tu cara en una pantalla,

yo cara a cara con la nevera.

Ella y yo, y no tú

ella, yo y mi amargura.

Sin procesiones ni saetas, 

tan solo el cante jondo de tu inquina

 

— he de confesar que la amnesia de tu corazón me pilló en gayumbos de aguacate—

 

Tú seguiste comiendo tostadas,

yo decoloré nuestras memorias por el amor incondicional 

de un chico con el pelo verde

que conocí en un club de puristas del café.


Alan Gallardo Cuevas, Ayoze González Padilla,

Borja Delgado Fernández

Poemario Digital IV


Cómo citar este artículo: VARIOS AUTORES. (2023). Poemario Digital IV. Numinis Revista de Filosofía, Época I, Año 2, (PDII). ISSN ed. electrónica: 2952-4105. https://www.numinisrevista.com/2023/09/poemario-digital-iv.html

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