POEMARIO
DIGITAL III
Águeda
Rodríguez - Alan Gallardo Cuevas
Matías
Lizarraga Martínez
CONTEMPLACIONES
Águeda Rodríguez
Dejo atrás
los fantasmas del presente,
una manía
de estar siempre pendiente,
mover las
manos por los que siempre pierden.
Retrocedo y
veo a los protegidos de la vida,
se cubren
por miedo a vivirla.
Una suerte
de retromanía
me convence
para no querer estar dormida.
Pero si el suelo tiembla yo dormiré tranquila.
EL
MAR
Alan Gallardo Cuevas
Callan
las rocas que refugian a las salamanquesas,
Calla
el cielo los graznidos del albatros,
El
silencio reina con estruendo sobre huelgos y ventoleras de levante
Cuando
mata a la lluvia
y
desboca el instante.
Frío
a luz de sol espolea calor en la ola indomable,
Insoslayable
cabalgadura del miedo más humano, que soterró en olvido la leyenda de Odiseo.
¡Zozobra
inexorable! ¿A quién invistes de heráldica? ¿A un alto poeta
que
a lo inenarrable ponga nombre, y se corone arca y primer profeta?
El
alud nos ensordece,
Taciturno,
nos abofetea,
Esputando,
ríe y crece.
Embravecida
resuella
La
ola que rompe prematura,
Como
el doblar de una página,
Cuando
por el viento culmina.
QUISIERA
QUE EN MI BALCÓN DIERA EL SOL
Matías Lizarraga Martínez
Quisiera
que en mi balcón diera el sol. Todavía no: eso ocurrirá en verano.
De momento,
es una puerta al clima ártico que trasciende el tiempo y el espacio y en el que
reposa el cubo de la fregona. Me da lástima, porque cuando miro directamente al
sol y cierro los ojos, los párpados son telón, membrana protectora ante el
deslumbramiento y el calor me reconforta.
Todo
pensamiento migra, como esfumándose en forma de algo que no sé y se me destiñe
la mente. Todo acaba su canción. De repente, el trino de un pajarillo de campo
suena por aquí y por allá. Detrás, el agua cae en picado por las
canalizaciones; a lo lejos, el rumor de un coche, si me concentro, casi parece
el mar.
Cuando
separo las pestañas de arriba de las de abajo, veo todo de un color azulado
saturado que sólo puede ser ficción. Persigo el tono, la fórmula, lo comparo.
Es distinto que el color del cielo y casi parecido al cartel neón del bar, pero
no. Ninguno de ellos es igual. Se me esfuma de la memoria, como si no quisiera
estar allí, aunque mi retina bien lo recuerda cada vez que lo vuelve a
ver.
Da lo
mismo. Es inútil. No lo describiré. Esperaré a mañana, cuando en mi balcón dé
el sol, para volverlo a ver.
Águeda
Rodríguez, Alan Gallardo Cuevas
Matías
Lizarraga Martínez
Poemario
Digital III
Cómo citar
este artículo: VARIOS AUTORES. (2023). Poemario Digital
III. Numinis Revista de Filosofía, Época I, Año
2, (PDIII). ISSN ed. electrónica: 2952-4105.
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