IONISATION -EDGARD VARÈSE
El
arquitecto sonoro
¿Es la música una organización matemática del sonido?, ¿podríamos componer en base al fenómeno de las masas sonoras sin apelar al pensamiento tradicionalista de primar la melodía por encima de todo parámetro? Adentrarse en el mundo musical de Edgard Varèse supone desprenderse de toda estructura clásica occidental que depositamos sobre la música, sumergiéndonos así en un campo ruidoso, percutido, sonoro y comúnmente percibido como música desagradable que solo busca desatar incomodidad en lxs propixs oyentes.
Con
una vida marcada por el estudio de las matemáticas aplicadas, Varèse conoce en París a D'Indy y a Roussel, referentes que llevarán al compositor a irrumpir su enfoque científico/matemático para depositar su atención en la creatividad sonora -música- (1905). Más adelante, viaja a San Petersburgo y conoce a
Ferrucio Bussoni e incluso a Richard Strauss (1913). Estos encuentros marcarán
sus primeras composiciones y estilo inicial, a pesar de que solo tenemos hoy en
día una de las obras de todas las realizadas en esta época: Bourgogne (1908),
pieza que él mismo destruyó al final de su vida y que complejiza el estudio y la teorización de estas primeras etapas del compositor. En este orden de cuestiones,
podríamos afirmar que su primera gran obra de la que tenemos constancia es Amériques
para gran orquesta (1921), donde ya encontramos acordes disonantes,
patrones rítmicos de alta complejidad, estructuras melódicas y secuencias
rítmicas generativas que se encuentran en el cambio constante (podría
percibirse casi como un fenómeno azaroso)… Dicha cuestión supone el comienzo, o bien la
consolidación, de un novedoso paradigma sonoro aportado por Edgard Varèse… Podríamos incluso afirmar que fue un compositor que miraba siempre
hacia el futuro, buscando nuevos horizontes sonoros que pudieran reflejar
sus emociones. De hecho, en 1930 participó en una mesa redonda donde compartía
evento con algunos artistas latinoamericanos como Vicente Huidobro, donde Varèse
defendía su idea vinculada al sistema temperado:
«...me parece que se ha desgastado. Este ya
no es suficiente para expresar musicalmente nuestras emociones y concepciones ».[1]
Para
él, la música del futuro no podía resumirse en la práctica de un sistema que tan desgastado estaba. Varèse fue el reflejo de las ansias de muchxs compositorxs, deseos de componer en base a nuevas herramientas sonoras, de abordar diferentes experimentaciones y de entender la composición como un campo donde interseccionan diferentes cuestiones como lo escénico o la interferencia de los objetos. Áreas a teorizar como el marco del espacio, el tiempo y la gestualidad se forman capital en su entender
sonoro, por lo que el proceso de composición ya no se basaba únicamente en lo
trazado en la partitura, sino que nos encontramos ante un plano de acción que
transgrede la práctica individual y el instrumento tradicional en sí mismo.
Siendo
1929 el año en el que compuso la obra que analizaremos -Ionisation-, el
uso de la tecnología en los conciertos en vivo estaba todavía a diez años de
asentarse en la práctica compositiva cotidiana. A medida que el pensamiento en
torno a la electrónica iba cogiendo fuerza en la vida artística coetánea, Varèse
encontró en la percusión un potencial tímbrico capaz de reflejar todo su
espectro emocional, además de un campo novedoso y poco explorado de forma visible por parte de las academias musicales. Durante la década de los 30, el uso de la percusión en la música
académica occidental tiene un desarrollo peculiar, creciendo en protagonismo
desde finales del siglo XIX con obras sinfónicas de Tchaikowsky, Prokofiev,
etc. No obstante, es en el siglo XX donde la percusión es entendida como
instrumento protagonista y no como instrumento añadido que refuerza el drama de la pieza. Nos enmarcamos así en la evolución de las técnicas percutidas y en
la construcción de instrumentos que desarrollarán las nuevas necesidades sonoras que se pensaban y teorizaban en dicho paradigma. En 1921, Edgard Varèse compone su pieza Ameriques,
donde apela por el uso extenso de la percusión, otorgándole un lugar protagonista, principal. Para ello, compone la pieza de 13 intérpretes percusionistas. Cabe destacar que fue
parte de sus primeros pasos en el mundo del desarrollo de la polifonía rítmica…
Aterrizando
así en la pieza que nos acontece, Ionisation (que hace referencia al
proceso de ionización de las células) es una composición iniciada en 1929 y
terminada en 1931, escrita originalmente para 13 percusionistas, donde
cada unx de ellxs tiene un espacio único, individual. Fue estrenada en 1933 en el
Carnegie Hall de New York, y aunque la obra en sí dura únicamente 8 minutos,
para el público fue eterno, causando un gran revuelo entre lxs asistentes y
eclosionando en un rechazo absoluto que tardaría años en desvanecerse. En esta
pieza, Varèse nos propone un nuevo tratamiento del sonido: trabaja el
fenómeno sonoro en sí mismo, sin apelar a tratamientos melódicos, armónicos o
convencionalidades musicales que se apoyan en el entendimiento de la armonía
como verticalidad acórdica. Refleja así un trabajo minucioso sobre pequeñas
células rítmicas y las diferentes combinaciones de texturas musicales a las que
podemos apelar mediante la profundización teórica y matemática. En este orden
de ideas, podríamos incluso afirmar que Varèse nos transmite los diferentes paisajes
rítmicos de la ciudad de New York mediante algunos instrumentos o herramientas
sonoras como las bocinas, los cambios de densidad, la variedad rítmica y la
combinación casi permeable de diferentes colores sonoros que rozan la práctica
ruidista; nos encontramos así en una especie de evocación de lo industrial y al
caos de la polifonía rítmica de nuestra cotidianidad -aproximándose a una
especie de íntima cacofonía urbana-.
Para el análisis profundo de la pieza, basaré
mi criterio en el tratamiento de la partitura editada en 1958 por la editorial
G. Ricordi (New York). Adentrándonos así en la parte instrumental, recordamos
que está compuesta para 13 percusionistas que ejecutarán diferentes
instrumentos o materiales sonoros:
·
Con membrana: tambores, bongos, cajas,
tarola, bombos, tambores militares…
·
De metal: cencerros, tam-tams, platillos,
gong, triángulos, yunques, platos… (diferentes tipos de cada uno de
ellos).
·
Piano percutido.
·
Sirenas y rugidos de leones. - Glockspiel.
· Cascabeles, maracas, castañuelas, güiros, panderetas, claves, látigos…
Como podemos apreciar, tenemos un gran elencto de cuerpos resonadores muy variados entre ellos y poco comunes en el típico repertorio orquestal (sirenas, rugidos de leones…). En la partitura, Varèse se preocupó de señalar minuciosamente cómo se debían tocar algunos instrumentos y de qué materiales debían ser construidos y ejecutados. Además, también podemos encontrar la disposición exacta de los instrumentos/objetos en el espacio, cosa que refleja su preocupación por la acústica, el tiempo, el espacio y la masa sonora generada a través de la interpretación de la pieza.
La
composición se torna en un contraste continuo entre texturas y masas sonoras
protagonizadas por diferentes cuerpos resonadores que se estructurarán
principalmente en 13 secciones o partes que estarán marcadas en la
propia partitura. Así mismo, podríamos relacionar esta división con las
diferentes texturas que nos vamos encontrando en el desarrollo de la
pieza.
Por cuestiones de espacio no podemos analizar sección por sección, pero sí cabe destacar algunas cuestiones para entender la estructura en sí. Por ejemplo, es importante entender que la repetición de algunos patrones rítmicos no es casualidad, dado que existe una intencionalidad estructural de reconocimiento auditivo que se palpará durante toda la pieza en diferentes grados de sutileza. Esta repetición nos podría llevar a la idea de que existen “motivos principales” que veremos en diferentes partes. Por esta razón, establezco aquí uno de los motivos fundamentales de la obra (compás 18).
Ionisation es una pieza marcada por el amplio juego
motívico-rítmico entre los diferentes instrumentos percutidos que enriquecen la
pieza. Las combinaciones tímbricas que escuchamos en su desarrollo proporcionan
una gran diversidad colorística que hace imposible perder la atención en el
proceso de escucha y percepción. En un primer contacto, puede parecer una obra que apela
por un oído deconstruido para su disfrute musical, pero basta con
depositar una escucha interesada, atenta y donde prime el intento de comprender que nos movemos en base a unos parámetros diferentes a la convencionalidad sonora que circunda nuestra cotidianidad musical (entendiéndola en términos comerciales o de interés generalizado). Así mismo, creo que una de
las mayores virtudes y logros de la pieza es la prolongación de las resonancias
en su ejecución en vivo, haciendo que las diferentes sonoridades de los
instrumentos se vean entrelazadas entre ellas. Esta cuestión me retorna a la
obra “Eclat” de Boulez... Además, es realmente interesante el juego rítmico que
se establece en cuanto a la aparición de los tresillos y cinquillos como patrón
principal, dado que aporta diversidad en la propia estructura percibida, pero,
al analizar la partitura como tal, vemos cómo está todo el rato apelando por
los mismos moldes e incluso patrones matemáticos… Desde luego, aquello por
lo que Varèse entendía como «música como sonido organizado», se
ve perfectamente explayado en esta pieza, donde la estructura se basa en su
totalidad por la organización exquisita de los sonidos en el tiempo.
Su
entendimiento de los sonidos como entidades propias y no como sucesión de notas
es algo que marcará el devenir de la música, y, sobre todo, de la escucha.
Bibliografía.
·
Ionisation: The Function of Timbre in Its Formal and
Temporal Organization. (2018, 5 noviembre). Chou Wen-Chung. Visto en: https://chouwenchung.org/writing/excerpts-from-ionisation-the-function-oftimbre-in-its-
formal-and-temporal-organization/
·
Juárez Soto, E. 2016. Ionisation
de Edgard Varèse Análisis de una interpretación por el Ensemble
Intercontemporain.
·
Lupiáñez López, J. Análisis
del primer concierto para percusión ensemble.
·
Edgard Varése - Ionisation Analysis - NTMusic. New
Time Music Audio Production. Visto en: http://www.ntmusic.org.uk/?page_id=640
Cómo citar este artículo: HERNÁNDEZ SÁNCHEZ, GARA. (2023). Ionisation, Edgard Varèse. El arquitecto sonoro. Numinis Revista de Filosofía, Época I, Año 2, (CS27). ISSN ed. electrónica: 2952-4105. https://www.numinisrevista.com/2023/09/ionisation-edgard-varese-el-arquitecto-sonoro.html
[1] Coltman, Derek. "Ionisation."
Edgar Varèse.
Por Fernand Ouellette. Nueva
York: DA CAPO, 1981.
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