Todos queremos lo mismo — María Sancho de Pedro

   

 Todos queremos lo mismo.

He de admitir que la jornada electoral me ha resultado tremendamente fructífera, al menos en lo que a producción de columnas se refiere. Esta reflexión que viene a continuación tampoco es el resultado directo de las elecciones, pero sí de las conversaciones que he mantenido con conocidos, familiares y amigos desde entonces. Quiero compartir mi sensación general tras las mismas porque ha sido tremendamente alentadora. En mi vida privada estoy rodeada de múltiples formas de pensar, de ideologías que atraviesan el plano dicotomizado de la izquierda y la derecha, y por ello, a veces es más fácil y otras veces más difícil ponerme a escuchar lo que muchos tienen que decir. 

A veces acabo destrozada por algunas conversaciones, porque me encuentro con que la falta de empatía que nos atraviesa como sociedad es importante. Se sustituye por palabras de eficiencia, de funcionalidad, de productividad, etc. Otras veces veo que lo que sustituye a la empatía es un pensamiento de raíz puramente bélica que se guía por el miedo y por la desesperación. Yo misma  a veces caigo en ese discurso, que acaba transformando mi motivación política en la generación ideológica de un enemigo al que combatir. 

La simplificación, dicotomización y polarización política a la que nos vemos abocados por la generación de espacios públicos deficientes, como fácilmente puede ser Twitter, no ayudan. Suscribo la tesis de que las ideologías al final sirven como mapas de sentido necesarios para navegar el universo político, y que, por tanto, deben tener un vocabulario que se aleje de los tecnicismos (Freeden, 2013). En ese sentido, entiendo que cierta simplificación sea necesaria. Pero a veces confundimos complicar con complejizar, y son cosas distintas.

 Creo que el cuestionamiento, la duda, y el profundizar no se pueden separar de la política. La filosofía se acaba convirtiendo en una herramienta necesaria para descubrir al otro que dialoga con nosotros, no como enemigo al acecho, sino como un prójimo, que al final del día, detrás y al fondo de las capas impostadas ideológicamente, resulta que busca lo mismo que nosotros. En esto creo fervientemente: todos queremos ser felices. Es posiblemente el problema ético, político y espiritual más antiguo de la humanidad. Aún así, a veces parece que nos hemos olvidado de él. Ha sido sustituido en ocasiones por ansias de progreso ilimitado. Otras veces se pone en segundo plano, porque lo que prima es una idea de que ahora lo que toca es sobrepasar, superar la catástrofe: sobrevivir. Pero, sinceramente, ni una ni la otra tienen sentido si no encontramos una vida buena que nos acompañe en el proceso. 

Con esto, concluyo: necesitaba compartir que tras muchas conversaciones mantenidas, he visto esperanza. He conseguido tejer los hilos que me unen con personas que políticamente son completamente dispares a mí. He podido hablar de futuros posibles, de preocupaciones comunes y he descubierto el empolvado y oxidado mecanismo de la empatía que muchos tienen encerrado en el cajón. Ello solo ha sido posible porque he hecho todos los esfuerzos posibles por escuchar, por atravesar la bruma lingüística de palabras-tipo hasta llegar a un fondo común. Pensaba desde hacía ya años que no iba a poder ser posible para mí hablar de política con gente discordante a mí, pero he conseguido participar del milagro de la política, del encuentro. Agradezco a todos los que me han concedido la oportunidad por el buen rato y por la dosis de esperanza que deseo, de corazón, que haya sido compartida. 

María Sancho de Pedro

Todos queremos lo mismo.

 

Bibliografía

• ARENDT, H. (1997). ¿Qué es la política?, Paidós.
• FREEDEN, M. (2013). Ideología. Una breve introducción, Ediciones Universidad de Cantabria. 

Cómo citar este artículo: SANCHO DE PEDRO, MARÍA. (2023). Todos queremos lo mismo, Numinis Revista de Filosofía, Época I, Año 2, (CL39). ISSN ed. electrónica: ISSN ed. electrónica: 2952-4105. https://www.numinisrevista.com/2023/08/todos-queremos-lo-mismo-maria-sancho-de.html

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