
Entrevista a Carmen Miguel Rubert sobre su maravilloso proyecto fotográfico «Cáncer: alma y piel»
por Filibert García Llorens
CM Carmen Miguel
FG Filibert García Llorens
Introducción
Carmen Miguel Rubert es una
paciente de cáncer de Vila-real (provincia de Castellón) de 37 años. Su lucha
empieza a finales del año 2020, después de extirparle un mioma benigno en el
útero. Sin embargo, todo acrece en revisiones posteriores cuando le detectan un
leiomiosarcoma, conocido expresamente por ser un tipo de cáncer
agresivo. Los síntomas de fatiga, cansancio y dolor serán cada vez más
frecuentes. De hecho, como ella misma manifiesta: «pasé de vivir el Camino
De Santiago a no poder subir dos escalones seguidos». El resultado final de
todo ello, desembocó en una metástasis en el pulmón izquierdo, diagnosticado
prácticamente casi dos años después de su primera intervención.
Desde este mismo momento, Carmen,
apasionada de la fotografía, empezará a hacerse autorretratos. De ahí, surgirá
de manera genuina su proyecto fotográfico Cáncer: alma y piel, el cual
cuenta con un trasfondo innegable que reivindica la lucha contra esta
enfermedad, la libertad y diversidad de los cuerpos como medio de expresión y
la necesidad de reconocernos como seres humanos desde aquello que convive con
nosotros y nuestra propia naturaleza.
Entrevista
FG: ¿Cómo nace este proyecto?
CM: Realmente, el proyecto nace de
forma esporádica, un poco antes de la primera cirugía donde me extirparon el
pulmón izquierdo, el bazo y también parte del diafragma. Yo lo hablaba con la
gente, pero de alguna manera, necesitaba soltar más. Sinceramente, la psicóloga
estaba sorprendida de lo bien que lo llevaba. Lo cierto es que nunca lo he
llevado mal. Cuando he tenido que llorar, he llorado y cuando he tenido ganas
de pasármelo bien, lo he hecho.
Sin embargo, después de la
operación, tuve que parar y dejar de lado la fotografía momentáneamente. Me enteré
que la metástasis se había vuelto a reproducir. Físicamente y emocionalmente me
encontraba mal, empecé otro tipo de quimioterapia y necesitaba escapar de todo
aquello que me estaba consumiendo. Cogí a mi madre y una vez superados los
cuatro ciclos de quimioterapia, nos fuimos tres semanas a una casita que tenía
mi amiga en Valdelinares. Allí hice fotos al paisaje, volví a pensar en mi
proyecto personal y antes de volver a casa, me autorretraté delante de un
espejo.
Así que, respondiendo a tu
pregunta, solamente te puedo contar que hubo una noche que empecé a darle
vueltas a esto y justo a la mañana siguiente ya estaba redactando delante de mi
ordenador qué quería expresar y transmitir con ello.
«Es
necesario hablar de lo que nos pasa. Imagínate que tienes un globo. Si va
hinchándose cada vez más de aire y no sueltas, al final, explota».
FG: El nombre que da vida a tu
trabajo «Cáncer: alma y piel» se enmarca, claramente, en dos
polos sustanciales. ¿Qué parte de alma y piel hay detrás de este
camino?
CM: Sin ir más allá, en mis
autorretratos siempre me ha llamado la atención el desnudo o fotografiarme con
poca ropa. Creo que, sin duda, la piel habla de todo lo que sentimos. De algún
modo, pienso que es una buena metáfora combinar el desnudo emocional y el
desnudo físico como si de una danza se tratase. Además, es evidente que también
hay un claro mensaje detrás de esto: mostrar y normalizar la diversidad
tan bonita de nuestros cuerpos. La gente me dice: «Carmen, me gustan las
fotos que haces pero tengo que ponerme a dieta para que me fotografíes». Ya
con esta afirmación, me basta. Es alucinante que, en pleno siglo XXI, todavía
se cuestione nuestro físico.
Desde mi punto de vista, no veo
los desnudos como algo que deba relacionarse y asociarse directamente a lo
sexual. Son una forma de volver a lo natural, así somos nosotros y así venimos
al mundo. Pese a ello, no es nada fácil reconocerse. La primera impresión de la
gente al verse fotografiada desnuda siempre suscita ese «Uf!» que
tantas inseguridades esconde pero se necesita de una segunda o tercera mirada
que les permita desnudar su alma. Al principio, cuando te ponen una cámara
delante es normal sentir cierta presión, pero cuando dejas pasar un tiempo la
persona se olvida de que está enfrente de ella. Normalmente, a mí me gusta
conocer a la persona que estoy fotografiando. Este compartir es lo que da pie a
entrar en el mundo del otro.
«En
esta propuesta hay un acto subversivo: mostrar el desnudo y alejarlo de la
sensualidad a la que muchos creen que va ligada»
FG: ¿Y sobre el tema de la censura? ¿Has tenido algún problema a la hora de mostrar tu trabajo al público?
CM: Sí, sobre todo en Instagram que
es una de las redes que más utilizo. Me han censurado incluso hasta el propio
cartel del proyecto donde, entre los autorretratos que muestro, simplemente se
ve mi espalda sin ropa. Pese a ello, lo que más me extrañó fue que el aviso me
llegó meses después, más tarde de lo habitual. No sé si ha habido alguien al
que le hayan ofendido mis fotos y por eso ha procedido a denunciar mis
publicaciones. Tal vez, no pueden soportar que la gente enferma tenga una vida.
Me sabría mal pensar que ha sido así, pero de todos modos, si hay alguien al
que le molesta mi contenido que no me siga.
FG: ¿Hay alguna lectura, autor o
canción que te hayan inspirado en este proceso y quieras mencionar?
CM: Creo que mi trabajo fotográfico,
en general, se nutre de todas las lecturas y canciones que escucho y me
inspiran. Este proyecto, concretamente, no está directamente inspirado en
ninguna autora ni obra concreta, pero en estos momentos, me siento identificada
con «I'm every woman» de Whitney Houston y «Mujeres que corren contra
los lobos», libro de Clarissa Pinkola Estés.
Más allá de la enfermedad,
también quiero reivindicar a través de la fotografía la lucha y unión de la
mujer frente al heteropatriarcado.
FG: Por último, ¿qué le dirías a la
gente que está pasando está enfermedad?
CM: Hay que tener en cuenta la
situación personal de cada uno. Hoy te hablo desde una posición privilegiada
porque me siento bien pero he tenido momentos complicados. A fin de cuentas, se
han de validar los sentimientos de cada persona. Si algo te hace sentir mal,
hay que analizarlo. Creo que es un error compararse y pensar que tú estás mejor
que el otro. Cada uno tenemos lo que tenemos y hay que luchar por ello.
FG: ¿Y a la sociedad?
CM: A la sociedad les diría que se
necesita de más investigación y visibilidad. Habitualmente, parece que la
mayoría de acciones que se hacen para visibilizar el cáncer siempre van
dirigidas a los cánceres más comunes (no por ello menos agresivos). No
obstante, hay muchos otros tipos de enfermedades que todavía están fuera de
nuestro campo visual, y por ello, debemos plantear nuevas vías de concienciamiento.
Próximos proyectos
Actualmente, Carmen prepara una
exposición fotográfica que verá pronto la luz (posiblemente, antes de que
finalice este mismo año). Además, como nos cuenta, está diseñando y matizando
su página web, todavía en construcción.
Por ahora, las sesiones fotográficas
para este proyecto («Cáncer: alma y piel») están cerradas. No obstante,
la artista tiene pensado llevar su trabajo a otros lugares, programar nuevas
ediciones y en definitiva, seguir conectando con la gente que está pasando por
esta enfermedad.
Para conocer más novedades sobre Carmen y sus creaciones, podéis seguirla en:
Instagram: carmenmrubert.
Facebook: Carmen Miguel Rubert.
Mail de contacto: [email protected]
Filibert García Llorens
Entrevista a Carmen Miguel Rubert




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