El
campeón del pedestrismo
La expresión se la oyó uno a Juan Manuel Bonet hace un par de semanas en la Residencia de Estudiantes de Madrid. Allí estaban él y Rafael para presentar Diario de posguerra en Madrid. 1943, de Rafael Cansinos Assens. Rafael, el hijo, fue el primero en hablar de la obra de su padre, muerto hace ya casi sesenta años. Rafael, el padre, ha sido tan preterido por muchos como admirado por todos quienes lo han leído alguna vez; lo fue en vida también. El hijo, antes de pasar la palabra a Juan Manuel, presidente de la Fundación-Archivo Rafael Cansinos Assens, contó las dificultades que encontraron para publicar este libro póstumo del padre y otros que algún día asomarán el lomo a la luz. Dos son principalmente las dificultades: la de descifrar la letra de Cansinos Assens —quien, además, escribía los diarios en varios idiomas a la vez— y la de ordenar todos los documentos que el gran literato dejó escritos a mano. Tanto es así, que se ha tenido que llegar a un acuerdo con una universidad valenciana para que descifre todos esos manuscritos empleando inteligencia artificial. Si algún día vemos publicados más diarios de Rafael Cansinos Assens será gracias al tesón de su hijo y… a la inteligencia artificial.
Después habló Juan Manuel
Bonet. Apetece siempre escucharlo, porque es de esas personas con una memoria
portentosa y una cultura inabarcable. Dicho de otro modo: una enciclopedia con
patas. Fue él quien habló del «campeón del pedestrismo». La expresión tampoco
es suya, sino del mismísimo Rafael Cansinos Assens. En una entrada de
febrero de 1943, escribe en su diario:
De nuevo han hecho su
aparición los tan anunciados autobuses, que dejaron de circular en vísperas de
la guerra… De la Plaza de España a Narváez 50 cents. Desde luego que no montaré
en ellos, yo, el campeón del pedestrismo…
Al parecer, Rafael Cansinos
Assens, fumador, recorría de entre seis a diez kilómetros diarios anduleando
por esas calles de Madrid en las que encontró tantas historias que narrar. No
le interesó la fama ni tampoco la suerte que pudiera correr su obra. Murió
discretamente. Su muerte en 1964 casi que pasó inadvertida. Tan solo una
necrológica de César González Ruano en ABC lo memoró… ¡Qué
paradoja que memore tu muerte alguien por quien en vida sentiste un absoluto
desprecio! Está enterrado en el madrileño cementerio de San Justo.
Del Diario de
posguerra supo uno por Andrés Trapiello hará unos dos meses. En uno de
sus Para tiempos mejores semanales en la revista La
Lectura, titulado El divino fracaso, escribía Trapiello que
«este Diario es como La Colmena, pero en serio y a
tiempo real. Todo lo que Cela tenía de caricatura cruel, lo tiene ahora
Cansinos de veraz y cervantino, compadecido de todos (sobre todo de sí mismo):
Virgen Santa, qué existencia tan arrastrada la suya». Lo de El divino
fracaso alude a otro libro que Rafael Cansinos Assens publicó allá por
1918. Jorge Luis Borges consideraba que este libro era «la perfecta confesión
de todo escritor». Borges admiraba a Cansinos: «He conocido muchos hombres de
talento, pero de genio sólo recuerdo tres, y uno de ellos es ciertamente Rafael
Cansinos Assens». Es un libro lleno de consejos para quienes quieran iniciarse
en el arte de la escritura: el fracaso como camino de aprendizaje.
A Rafael Cansinos Assens lo
conoció uno, sin embargo, por otro libro indispensable, La novela de un
literato. El año pasado, lo publicó en un solo volumen la editorial Arca
(acrónimo de Archivo Rafael Cansinos Assens). Todo un acierto, porque el libro
era inencontrable. Para cualquier amante de la Literatura, La novela de
un literato es lectura obligada, y no por obligada tediosa. Por sus
más de ochocientas páginas pululan muchos escritores de principios del siglo XX
hasta la Guerra Civil; algunos muy conocidos entonces, la mayoría hoy
preteridos. Toda una genialidad de Rafael Cansinos Assens, quien anduleando por
aquel Madrid inverosímil de la bohemia y de las tertulias literarias, desveló
en sus diarios la vida de una ciudad y unas gentes que hoy parecen ficción;
pero no, siguen vivas gracias a un sevillano muy madrileño, al
campeón del pedestrismo.
Michael Thallium
El campeón del pedestrismo
Cómo citar este artículo: THALLIUM,
MICHAEL. (2023). El campeón del pedestrismo. Numinis
Revista de Filosofía, Época I, Año 2, (CV13). ISSN ed.
electrónica: 2952-4105.
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