El comienzo patológico del siglo XXI y el fenómeno del miedo
Introducción
El comienzo del siglo XXI adolece enfermo. Las palabras con las que el autor surcoreano Byung-Chul comienza La sociedad del cansancio han sido citadas ya hasta la saciedad; y con razón: la depresión, los trastornos de ansiedad generalizada, el trastorno por pánico, el trastorno de estrés postraumático, etc., dominan por completo el panorama patológico del comienzo del presente siglo.
El autor refiere como causa eficiente de tal panorama el exceso de
positividad y a la falta de negatividad que imperan en nuestro presente. A mi
juicio, el escritor está en lo cierto, pero resta de realizar un análisis del
fundamento de la mayoría de las patologías actuales: el fenómeno del miedo.
Este artículo es un intento por realizar o iniciar una investigación que pueda
poner al descubierto el fenómeno del miedo.
¿Por qué fenómeno del miedo y no miedo?
Definimos aquí fenómeno tal que en la literalidad del término griego: lo que aparece, lo que se manifiesta. Sin embargo, lo despojamos de la dualidad griega que oponía el fenómeno al ser verdadero y real. El fenómeno es, por lo tanto, lo que aparece, pero lo que aparece no oculta tras su aparición un qué, sino que es la aparición misma la verdad del asunto o de la cosa.
El miedo debe ser categorizado como fenómeno en este sentido: este aparece, se
manifiesta, y detrás de la aparición no hay un miedo-en-sí, sino tan sólo un
qué funcional que antes de su manifestación se encontraba en estado latente y,
tras una causa, pasa a manifestarse.
El fenómeno del miedo adaptativo y/o funcional
Se puede afirmar que el miedo duerme siempre atento para manifestarse si es necesario. El paso a estar-presente del fenómeno del miedo debe de tener siempre una causa, y es esta causa la que denominamos como el ante-qué del miedo: un objeto, real o imaginario, que se presenta como perjudicial para el sujeto que lo percibe.
Es entonces cuando el fenómeno del miedo despierta y se manifiesta a
través de una serie de síntomas: palpitación, sudoración, sensación de alerta,
etc. Cuando el objeto desaparece del ante-los-ojos, el fenómeno del miedo
vuelve a su estado latente y los síntomas desaparecen.
Este movimiento fenoménico: estado latente, causa, paso al estado patente, y
finalmente la regresión al estado latente es el movimiento natural del fenómeno
del miedo. Lo que la disciplina psicológica ha determinado como miedo
adaptativo o funcional.
El fenómeno del miedo como un qué patológico o desadaptativo/disfuncional
Cuando el fenómeno del miedo no regresa al
estado latente tras la desaparición del objeto que causó su aparición, si este
perdura durante un largo periodo de tiempo, estamos hablando de un miedo
disfuncional: el fundamento de los trastornos por pánico, los de ansiedad
generalizada, o las depresiones-ansiosas; donde aquel que lo padece acaba por
ver el mundo y a sí mismo con-los-ojos-del-miedo.
En estos trastornos, el de pánico, por ejemplo, aun cuando el objeto de miedo
no está presente el sujeto sigue envuelto en el fenómeno del miedo
sufriendo las manifestaciones de este aun cuando nada se presente como
amenazante o perjudicial.
Los trastornos como alteración
Todos los trastornos son una alteración: la enfermedad
requiere de otro, sea un virus, una bacteria, que al introducirse en
el cuerpo del paciente genera una serie de síntomas. En los casos que hemos
mencionado todos estos trastornos refieren a una alteración de la función del
miedo, que puede definirse como: la no-regresión del fenómeno del miedo a su
estado latente tras la desaparición del objeto perjudicial o amenazante.
En este caso no hay un contra-qué para que el paciente recupere la salud, sino
que la tarea consiste en desalterar la función del miedo que por una
experiencia quedó alterada.
La problemática de los ISRS y los ansiolíticos
Hemos afirmado anteriormente que detrás de las manifestaciones del fenómeno del miedo no hay un miedo-en-sí, al contrario que por ejemplo en el cáncer, en el que detrás de los síntomas sí se esconde otro que provoca tales síntomas. En estos casos la medicación acaba por completo con la enfermedad puesto que: elimina al otro que genera el sufrimiento en el paciente; los antibióticos acaban con la bacteria, por ejemplo.
Sin embargo, en casos de alteración en la función del miedo la medicación
no hace regresar al fenómeno del miedo a su estado latente, sino que los ISRS y
los ansiolíticos hacen desaparecer las manifestaciones del miedo tan sólo
cuando estos se consumen.
Verdaderamente la problemática radica en que el miedo es una función primaria
en el ser humano y no puede ser eliminado como sí podemos eliminar una bacteria
o un virus, y, por lo tanto, acabar con la alteración trastorno. La pregunta
que debe hacerse la medicina se deriva directamente.
La pregunta metódica y conclusión
La pregunta que debe hacerse entonces la medicina y la psiquiatría, así como la psicología, es cómo hacer que el fenómeno del miedo, tras la experiencia que lo hizo pasar al estado patente y a raíz de la que nunca volvió a dormir, regrese al estado latente. ¿Cómo se devuelve la función del miedo a su estado original de perfección en el que el fenómeno vuelve a regresar de forma total y completa al estado latente como función?
En el caso de encontrar la respuesta a tal pregunta, el porvenir del siglo XXI desadolecerá de numerosas patologías que actualmente dominan el panorama: se acabará con los trastornos por pánico, la ansiedad generalizada, las depresiones ansiosas/nerviosas y demás patologías que tienen su fundamento en el fenómeno del miedo.
Emilio del Corral Jimenez
El comienzo patológico del siglo XXI y el fenómeno del miedo
Bibliografía
- BYUNG-CHUL, H. (2016). La sociedad del cansancio. Barcelona: Herder.
- HEIDEGGER, M. (1927). Ser y tiempo. Trotta.
- JARNE ESPARCIA, A. Y TALARN CAPARRÓS, A. (2005). Manual de psicopatología clínica. Herder.
- SARTRE, J. P. (1943): El ser y la nada. Alianza editorial.
Cómo citar este artículo: DEL CORRAL JIMÉNEZ, EMILIO.
(2023). El comienzo patológico del siglo XXI y el fenómeno del miedo. Numinis
Revista de Filosofía, Época I, Año 2, (CV3). ISSN ed.
electrónica: 2952-4105.
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