Metro de Madrid, ¡huye!
El metro vuela, pero la gente que se monta aún más. ¡A toda prisa, de aquí para allá, sin miramientos, sin medias tintas, dale que te pego y arre burro arre! Todo fantasmas, sin rostro aparente. Todos encapuchados, desnudos, encasquetados, esclavizados por su aparato electrohipnotizador, inmersos en la lectura y en la escritura; en su mismidad, en su Yo, en su ego, en sí.
El metro puede ser rápido, pero tú
has de serlo más. Tanto que parece que competimos, unos contra otros, por ver
quién se hace antes con el asiento libre. Ese asiento que lleva inscrito tu
nombre, por el que habrás de luchar con sangre, sudor y lágrimas. Muchos me
recordáis a Smigol cuando sobaba el anillo: Mi tesoooooro... La
abuelita de al lado no sabe lo que le espera, o quizá si. No sería la primera a
la que veo aplicar tácticas propias del mismísimo jiu-jitsu brasileño para
alcanzarlo. Y si no lo hiciera, no te preocupes, recurrirá a las viejas,
punzantes y escandalosas artimañas de abuelita, con las más que famosas FGL.
Esto es, "frases generacionales de libro", del estilo de: ¡Lo que me
faltaba por ver! O ¡De verdad que… A dónde vamos a llegar, los jóvenes de hoy
en día…!
Pues mire señora, vamos a llegar al
trabajo, a la universidad, al partidito de pádel, a la disco y al restaurante,
y tan rápido, tan rápido, tan rápido, que somos incapaces de mirarle a los ojos
y aplicar la poca inteligencia que tenemos para cederle el asiento. Eso sí, no
se haga usted demasiado problema, porque el metro de Madrid, vuela. Y en
seguida estará en su casa preparándole el potaje y la tortillita francesa a sus
nietos.
El metro tiene su curso, pero
nosotros el nuestro. Y por eso, lo más importante es que cuando vayamos a
entrar al vagón, entremos en tropel, es decir, como Pepe por su casa. Tipo
estampida, ¿sabes? Cómo si fuésemos hooligans, como si regalaran oro, como si
tengo que vender a la madre del deal lao —no veas que fácil se lee si lo pones
todo junto, ¿verdad? —; como si al pasar el fino y vacío hueco que separa el
metro del andén fuéramos a ganar la medalla de oro en los 60 metros lisos.
El metro está a tope, pero a tope
de verdad. Si lo anterior os parecía importante, esto lo es más. Cuando
entremos, recordad, tenemos que entrar rápido. ¡Fiummm! Como si fuésemos
vikingos. Pero ojo, que ahora viene lo esencial… Sabéis de que hablo, ¿no?
Efectivamente, hablo de hacerse un hueco, o lo que es lo mismo, tirarse de
cabeza como en la piscina y repartir codos como pescado en la pescadería. Para
ser un experto en tal arte aconsejo asistir a un par de clases de Muay-Thai.
Allí aprenderán el noble arte del sopapo, donde además de adquirir la capacidad
de defenderte de cualquier cantamañanas, podrán practicar cualesquiera técnicas
con el de la mochila en la espalda, el de la bici en medio, el del altavoz
generoso y el temeroso del COVID.
El metro seguirá volando, pero tú
no. En efecto, mi querido lector, el metro seguirá aquí unos cuantos años más
que tú, probablemente cientos más, miles más, millones más… Bueno, tampoco
tanto. El metro seguirá su rumbo, pero tu vida no, créeme, en algún momento ha
de parar. Clínicamente testado. El metro será rápido, pero tú, probablemente,
no lo serás tanto. Párate un momentito, majete, y piensa, que te vendrá bien.
El metro siempre irá a tope, pero tú tienes un tope, y el tope del metro es
mucho más amplio que el tuyo. Así que abstente por un momento, mira a los ojos,
sonríe, deja pasar, se educado, no un animalillo. Porque, aunque seas racional,
querido mío, nada te exime de ser impersonal, inhumano, poco hombre. La vida
está que arde y que trina, déjale a ella que vaya como quiera, pero tú, amigo,
necesitas tomarte un descanso.
Tomás Bravo
Gutiérrez
Metro de
Madrid, ¡Huye!
Cómo citar este artículo: BRAVO GUTIÉRREZ, TOMÁS. (2023). Metro de Madrid ¡Huye! Numinis Revista de filosofía, Época I, Año 2, (CM23). ISSN ed. electrónica: 2952-4105. https://www.numinisrevista.com/2023/03/metro-de-madrid-huye.html
Esta revista está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario