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Hegel: idea, arte y afectación

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Hegel: Idea , Arte y Afectación.

El 28 de noviembre se conoció la noticia de lo ocurrido en la filarmónica de Hamburgo, a saber, que dos activistas del clima se pegaron al atrio como forma de protesta y seguridad se los llevó pegados al atrio, que era móvil. Semanas atrás otras dos activistas tiraron salsa tomate a «Los girasoles» de Van Gogh en Londres y podríamos seguir enumerando actos parecidos. Lo que es cierto de todos estos actos es que llaman la atención, pero momentáneamente, pues el gusto por el arte se ha reducido a un grupo selecto de la sociedad, es decir, a las personas con sensibilidad artística. Recordaba en este contexto la idea hegeliana sobre el arte, sobre todo el hecho de la afectación sensible que este produce en las personas: una obra de arte para unas personas adquiere un carácter casi sagrado mientras que para otras son un elemento sin importancia contra el que pueden atentar para reivindicar ideas. Tanto para las primeras personas como para las segundas el arte adquiere un contenido reflexivo y metafísico. A continuación comparto la reflexión, con toda humildad y temor, pues adentrarse en Hegel no es tarea fácil. 


La idea para Hegel no es teórica sino metafísica, por lo que la idea tiene un carácter orgánico en el que se unen lo abstracto y lo concreto, lo material y lo espiritual. Hay que tener siempre presente la dimensión sensible conciliada con la objetiva para lograr ser capaces de entrar en esta dimensión afectiva del arte que nos permite vivirlo, pero para ello es necesario trascender ese primer nivel intelectual. Esta capacidad que se halla en la persona de poder vivir el arte no se da en experiencias estanco sino que compete a toda la persona. Es por esta razón que la filosofía es totalmente necesaria para aunar lo sensible y lo intelectual en el espíritu absoluto.


Hegel piensa que acercarse al arte con la intención de captarlo con la razón causa lo contrario, un distanciamiento de la obra por contar esta con un carácter irracional que trasciende la razón. Esa trascendencia del arte nos lleva al mundo del espíritu que permite acercarnos a ella desde el sentimiento y la sensibilidad, es decir, desde la capacidad afectiva. Sin embargo, es importante hacer notar que la obra de arte tiene dos niveles o momentos para Hegel, un nivel intelectual y otro sensible que concuerda en nosotros con ambos niveles. Este concordar de niveles posibilita que se de la elevación del ser humano en el devenir del espíritu hacia lo absoluto, porque mientras que el conocimiento de la realidad sea solamente teórico se produce una desconexión con lo físico de la realidad. Esto traería la consecuencia de que lo sensible y lo intelectual estarían desligados de la obra de arte que el hombre percibe. No obstante, gracias a que esos dos niveles se encuentran unidos es por lo que se produce la trascendencia del arte. 


El arte revela la verdad, pero esta no es objetiva o concreta, porque si el arte revelase esto de forma explícita, su finalidad no estaría en sí misma sino en el mensaje que transmite. Para que el arte revele la verdad se necesita que la idea abstracta y el contenido sensible concreto que usa el artista estén unidos. 


La consecuencia que esto tiene en nosotros es clara, porque si nos acercamos al arte dejando de lado la experiencia, estamos solamente haciendo abstracción de lo que vemos sin que el arte nos toque de ningún modo, es decir, que dejamos de lado la capacidad afectiva que tenemos si no aunamos las dimensiones teóricas y sensibles. El crecimiento personal va unido a la experiencia que tenemos de las cosas y si no encarnamos lo que aprendemos se produce una dicotomía en nuestro ser porque no dejamos que el arte nos afecte. Si el arte nos afecta recibimos en nuestro ser más profundo el sentimiento de lo bello, concretamente el gusto como la capacidad que tenemos para dejarnos afectar por la belleza. Esta realidad se halla como posibilidad en el hombre pero para que surja necesita ser educada y así percibir ese algo más de la realidad. La experiencia estética ayuda a crecer, toma forma en nosotros como mejora orgánica de nuestras capacidades (pensamientos, actitudes, etc.), pues gracias a ella vemos el mundo “con otros ojos”, ya que percibimos de la realidad aspectos que antes se nos escapaban por el frío uso de la razón teórica. Dejémonos, pues, afectar por el arte, constructor de una nueva humanidad.


Valentín González Pérez

Hegel: idea, arte y afectación.


Cómo citar este artículo: GONZÁLEZ PÉREZ, VALENTÍN. (2022). Hegel: idea, arte y afectación. Numinis Revista de Filosofía, Año 1, 2022, (CS14). http://www.numinisrevista.com/2022/12/hegel-idea-arte-y-afectacion.html



1 comentario:

  1. Sería interesante contrastar la visión de Hegel con el intelectualismo de artistas contemporáneos como Duchamp

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