Dime con quién andas...
El 19 de noviembre comenzó la copa mundial de la FIFA en Catar. Normalmente no hubiera traído este tema en una columna, pero este es un caso excepcional por las continuas polémicas en las que se ha visto envuelto el evento. Todo ha empezado no ya desde el comienzo de la copa, sino desde que Catar ganase la candidatura el dos de diciembre de 2010.
Muchos se han preguntado (y no sin razón) «¿Por qué Catar?». El país está lejos de ser un candidato ideal: no solo es muy pequeño, sino que gran parte de su terreno es desértico. Las altas temperaturas han obligado a que el evento tenga que hacerse entre noviembre y diciembre, forzando un desajuste con respecto a otros eventos futbolísticos. El proceso de selección en sí mismo ha sido tildado de corrupto, y se acusa de malas prácticas y sobornos para la obtención de dicha candidatura a Catar. Estas alegaciones se están investigando, por lo que no podemos ahora mismo sacar mucho en claro.
Se han hablado de muchas cosas: de la supresión de derechos humanos y de símbolos asociados a ellos, de los trabajadores migrantes que han trabajado en terribles condiciones bajo el sistema de la Kafala, varios miles habiendo pagado con su vida, etc. Catar es gobernada por una monarquía absoluta en forma de emirato, que pretende presentarse como constitucional. Los partidos políticos no existen y la libertad de expresión está severamente restringida, a la vez que se mantienen prácticas como la flagelación, la lapidación o la pena de muerte.
Por otro lado, uno ha tenido que observar actos vergonzosos de hipocresía, defendiendo varias figuras importantes del deporte el gobierno catarí mientras dicen defender los tan cacareados “derechos humanos”. El discurso de Gianni Infantino (presidente de la FIFA) es particularmente sangrante, ya que además muestra una clara ignorancia de la historia. En ella llegó a decir, en un cúlmen del desvarío: “Hoy me siento catarí. Hoy me siento árabe. Hoy me siento africano. Hoy me siento gay. Hoy me siento discapacitado. Hoy me siento un trabajador migrante”, para a continuación atacar a los países occidentales, diciendo que “Lo que los europeos hemos estado haciendo durante los últimos 3.000 años, deberíamos disculparnos por los próximos 3.000 años antes de comenzar a dar lecciones morales”.
Quizá alguien tenga que decirle a Infantino que uno no es lo que dice ser, sino lo que demuestran sus actos y pensamientos. Quizá alguien tenga que decirle que Europa, como concepto, no empezó a moldearse hasta el siglo XIX a lo más temprano. Quizá alguien tenga que decirle que los países que hoy conforman Europa, han estado durante siglos saqueandose y luchando entre sí en cruentas guerras. Como suele ser habitual, poderoso caballero es don dinero, a cuyo resplandor muchos se arrodillan y cambian sus valores en un día. No sería sorprendente si hubiera sido presionado por los cataríes para que pronunciase semejante sinsentido.
Se ha hablado sobre cómo deberían responder los países occidentales ante el régimen catarí y de qué forma. Muchos han apostado por gestos o elementos simbólicos, cómo el taparse la boca del equipo alemán o los brazaletes multicolores. Bien, aunque las intenciones sean las más positivas, creo que estos gestos tienen poco o nulo impacto en lo que es la sociedad catarí, que presumo que es el objetivo de estos actos. En España, por ejemplo, se decidió que la transmisión por radio del evento estaría protagonizada por una mujer. De nuevo, aún con lo encomiable que son las intenciones, estos actos no tendrán impacto porque los cataríes no verán la retransmisión en español.
Desde mi punto de vista, creo que el gesto más claro y acertado hubiera sido el de rechazar la participación en la copa, pero por supuesto hay demasiado dinero e intereses de por medio como para que esta opción siquiera se planteé como algo serio. Un conocido refrán español reza lo siguiente: “dime con quién andas, y te diré quién eres”. Por mucho que uno diga que es el más virtuoso y que se defiende lo más bueno y noble, si los actos contradicen lo que se declama, solo estaremos desacreditándonos y demostrando que nos movemos más por nuestros intereses que por nuestros valores.
Sergio Cánovas
Dime con quién andas...
Cómo citar este artículo: CÁNOVAS, SERGIO. (2022). Dime con quién andas.... Numinis Revista de Filosofía, Año 1, 2022, (CD12). https://www.numinisrevista.com/2022/12/dime-con-quien-andas.html
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De todas las formas que hay de cuestionar el imperialismo europeo Infantino va y coge una de las pocas que no tiene ningún sentido. En fin, vaya hipocresía
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