Evidencias de comunicación
política entre especies
Esta columna
es una continuación de la anterior. Allí abogaba por la conveniencia de una
comunicación entre el ser humano y el resto de animales con vistas a un mejor
encaje ecopolítico de nuestras sociedades. A continuación intentaré
justificar que esta comunicación ya está teniendo lugar y que además puede
llevarse a cabo por cauces justos para todas las partes implicadas.
Lo primero
que debemos entender es que la comunicación política con animales no es solo
un desiderátum. Como bien señala Eva Meijer (2022): «La
comunicación política con los animales ya está teniendo lugar en los conflictos
fronterizos, los hogares, las ciudades y los estados. Para mejorarla es preciso
tener en cuenta los lenguajes propios de cada especie» (p. 217). Cuando un
lobo ataca el rebaño de ovejas de un pastor, cuando los gatos callejeros traban
amistad con algún vecino humano para que les dé comida, cuando los delfines y
los pescadores compiten por el marisco (este es un suceso real ocurrido en la costa
siciliana1, cabe todavía preguntarse cómo debería ser. Es
decir, sobre qué bases se debería producir para que fuese lo más propicia
posible para todas las especies implicadas en ella. A continuación expondremos
dos casos reales que pueden servir de guía en este afán.
Antes
conviene recordar que, como destacábamos en la columna anterior, la imagen
racionalista y discursiva con que normalmente pensamos el lenguaje (y más en
concreto el lenguaje político) no agotan la complejidad del hecho lingüístico
(ni del político). El lenguaje también son los contextos en los que este
aflora, las prácticas que tienen lugar en ellos, los gestos, las emociones…
Dado que lo que buscamos es comunicarnos de tal forma que la convivencia
interespecies llegue a ser más fluida, no hay razones para privilegiar el
lenguaje en su sentido más intelectual o representacional.
El primer
ejemplo tuvo lugar a raíz de un conflicto en la reserva natural singapurense de
Bukit Timah entre sus habitantes macacos y los recién llegados inquilinos
humanos. Tras la aparición de estos últimos aquellos comenzaron a tener una
actitud atrevida e incluso hostil hacia algunas personas. Por supuesto, todo
enfrentamiento se saldaba siempre a favor de los humanos y en muchas ocasiones
los macacos que se sobrepasaban eran sacrificados. Pese a todo, lo más
importante de este caso es que aquí los macacos no son meros receptores de la
compasión o el menosprecio humana, sino que: «Ya están ejerciendo aquí
directamente la agencia política: están cuestionando la jerarquía y la
propiedad de la tierra, y se están comunicando con los humanos» (Meijer, Op.
cit.: p. 220).
Ante este
desalentador escenario las autoridades singapurenses decidieron recurrir a los
geógrafos animales Jun-Han Yeo y Harvey Neo con el fin de encontrar una mejor
solución a el enfrentamiento declarado. Para ello, los dos investigadores
trataron de tender puentes entre el lenguaje humano y el de los macacos. Su
fundamento fueron precisamente los elementos corporales y emocionales de la
comunicación que mencionábamos arriba. A través de estos mecanismos
comunicativos diseñaron un ritual de diálogo basado en el contacto visual, una
distancia inicial, el saludo y un intento de aproximación posterior. Así pudo
aflorar una comprensión mutua que permitió calmar buena parte de las tensiones
existentes, ya que los miembros de ambas especies tenían ahora un mecanismo
para paliar la desconfianza inicial. En palabras de Jun-Han Yeo y Harvey Neo
(2010): «la
empatía mutua, basada estéticamente en esta geografía habitacional situada y
sensorial, podría nutrirse y crear nuevos espacios donde los animales fuesen
incluidos y siguieran coexistiendo junto a los habitantes humanos» (p. 686).
El segundo
ejemplo se desarrolló en California. Se trata de Pigeonblog, un
proyecto de justicia medioambiental perpetrado por Beatriz da Costa, Cina Hazeg
y Kevin Ponto en 2006. Consistía en crear un sistema de medición de la polución
alternativo y complementario al oficial. En este afán, y como el nombre del
blog indica, contaron con la cooperación de palomas mensajeras que fueron
adiestradas para sobrevolar el sur de California provistas de un equipo de
medición adaptado a su pequeño cuerpo. Así pudieron recopilar datos sobre la
contaminación de manera dinámica y a escala de los seres vivos, ya que los
medidores convencionales son estáticos y están a una altura superior de aquella
a la que estos respiran.
Lo llamativo
de este proyecto es que las palomas eran socias activas del mismo o, según
Donna Haraway (2019), «[…] eran coproductoras vitales: el equipo de arte e
investigación y las palomas tuvieron que aprender a interactuar y entenderse
mutuamente con el asesoramiento de hombres del mundo colombófilo» (p.
49). De esta manera los humanos y las palomas se capacitaron mutuamente en un
propósito común.
Quizás en
estos casos el peso de la iniciativa sigue recayendo en el ser humano. Sin
embargo, dicha iniciativa solo es posible sobre la base de una relación en la
que los macacos y las palomas, respectivamente, tienen intereses propios y
maneras de comunicarlos. Ambos ejemplos contribuyen a la creación de una
ecópolis como la que propone Cristian Moyano Fernández (2018). Un entorno
común «donde
las relaciones […] se dan en múltiples direcciones» (p. 200). Un lugar
donde se pueden tejer vínculos que nos doten de un lenguaje común, por vago que
sea, y que nos permite aspirar a una convivencia en la que unos y otros seamos,
según nuestras necesidades específicas, igualmente libres.
Pavlo Verde
Ortega
Macacos,
palomas y humanos en asamblea ciudadana
1. «En guerra contra los delfines», La Vanguardia:
https://www.lavanguardia.com/natural/20170412/421630307509/pescadores-delfines-guerra.html
Bibliografía
-
HARAWAY, DONNA. (2019). Seguir con el
problema. Consonni: Bilbao (España).
-
MEIJER, EVA. (2022). Animales habladores.
Taurus: Barcelona (España).
- MOYANO FERNÁNDEZ, CRISTIAN. (2018). «¿Fraternidad política con animales?
Hacia una justicia interespecífica». Daimon, 7, pp. 191-206.
- YEO, JUN-HAN y NEO, HARVEY (2010). «Monkey business: human-animal
conflicts in urban Singapore». Social
& cultural geography. 11: 7, pp. 681-699.
Cómo citar este artículo: ORTEGA VERDE, PAVLO. (2022). Macacos, palomas y humanos en asamblea ciudadana. Numinis Revista de Filosofía, Año 1, 2022, (CM14). https://www.numinisrevista.com/2022/11/macacos-palomas-y-humanos-en-asamblea.html
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