Crónica de un aburrimiento anunciado
El pasado viernes 21 de octubre salió a la luz el esperado nuevo álbum de los ya consagrados Arctic Monkeys. Siendo este el séptimo álbum de estudio de la banda inglesa, muchos esperábamos escuchar su nueva propuesta musical y ver si se confirmaba su metamorfosis estilística anunciada en su anterior álbum: Tranquility Base Hotel & Casino (2018), o bien quedaría en la memoria de los seguidores como un episodio experimental y anecdótico en la carrera de nuestros queridos «simios». Quien ya haya escuchado el álbum sabrá que la banda, finalmente, parece haber optado por la primera opción, lo que ha dado como resultado a The Car, consiguiendo transformar a la banda en todos los aspectos.
De esta manera, podemos afirmar que el grupo de jóvenes que rompieron la escena musical a principio de los 2000 se han hecho viejos. Algunos prefieren calificar este tipo de sucesos como «madurez musical», yo no soy partidario de ello puesto que entiendo la madurez musical por un conocimiento amplio y un gran manejo de los diferentes elementos y recursos musicales por parte de un artista o agrupación, lo cual siempre ha estado presente en las producciones de Alex Turner y compañía.
Lo
califico, por tanto, como vejez musical, ya que al igual que el envejecimiento
biológico suceden cambios en nuestra manera de estar y percibir: nuestro cuerpo
se vuelve más lento, se componen canciones más lentas; nos cuesta concentrarnos
en tareas más complejas, rebajamos el ritmo armónico; nuestro cuerpo es más
sensible a diferentes experiencias, nuestro sonido se vuelve más cálido y
acogedor para dejar de lado la crudeza guitarrística de juventud. Así podríamos
continuar enumerando una serie de paralelismos que podemos establecer entre el
envejecimiento de un cuerpo humano y el de una carrera musical. No en todos los
casos ocurre, ni todos los casos comparten una fecha en la que este
envejecimiento llega, simplemente ocurre. Llega ese momento en el que como
artista es lo que te sale componer, es lo que disfrutas, sin más.
Obviamente a parte de los aficionados, como a mí, les decepcionarás con tu cambio, pero no por el simple hecho de que tu nuevo estilo sea necesariamente malo, sino porque ellos aún no han envejecido, al menos no al mismo ritmo que lo ha hecho tu música. No tiene sentido, en definitiva, criticar al artista por su transformación, ni recriminar al aficionado su inflexibilidad. Por suerte, todos los álbumes de las bandas están disponibles para su escucha (normalmente), tanto los nuevos (envejecidos), como los antiguos (rejuvenecedores, curiosa ironía) por lo que todas las partes de la ecuación pueden estar satisfechas de algún modo, aunque sea parcialmente.
Tras
esta reflexión llena de empatía con todas las partes implicadas en este proceso
que es la escucha, he de admitir lo que muchos ya supondréis: sí, The Car
es un disco aburridísimo. Está claro que es un álbum bien trabajado en la composición,
producción, grabación… Pero a veces hacer las cosas bien y con conocimiento no
basta. Es un álbum plano, pesado, en el que solo un par de canciones pueden ser
escuchadas sin mirar los minutos restantes en la reproducción de las mismas.
A
parte de la pesadez intrínseca al disco, este rezuma un aire de pretensión,
quizá más cercana a la imagen que ahora quiere dar la banda: refinamiento,
elegancia, estética de dandi, iconos del nuevo Rock & Roll… Desconozco las
razones reales de esta estética, son tantas las posibles razones: motivos
comerciales, deseos personales, admiración por Frank Sinatra, etc. El caso es
que esta estética ha calado en el estilo musical de los Arctic Monkeys, pero ¿Qué
cambió antes, la estética o la música?
Cada cual tendrá su opinión.
Víctor
Mondragón Navarro
Crónica de un aburrimiento anunciado
Cómo citar este artículo: MONDRAGÓN NAVARRO, VÍCTOR. (2022). Crónica de un aburrimiento anunciado. Numinis Revista de Filosofía, Año 1, 2022, (RM8). http://www.numinisrevista.com/2022/11/cronica-de-un-aburrimiento-anunciado.html
Esta revista está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional
No hay comentarios:
Publicar un comentario